El yorkshire terrier se caracteriza por ser un perrito pequeño con un gran carácter, y a la vez ama estar acurrucadito en el regazo de la abuela, y al siguiente instante dará un buen brinco para salir corriendo tras algo que le llamo la atención, pues defienden su territorio con arrojo.
El Yorkshire Terrier es una raza conocida por sus mechones sueltos muy similar a la del pelo humano. El color del pelaje también es bastante inusual, de un color azul acero mezclado con dorado.
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En la alimentación de un yorkshire, debes elegir la alimentación adecuada que te ayudará a prevenir problemas como la obesidad o la diabetes en perros, evita alimentos con bajo colorantes y otros ingredientes artificiales, lo mejor será que consuman alimentos naturales y lo más parecida posible.
Sabemos que el pelo es una de las características distintivas del yorkshire terrier, por lo que deberás peinarlos y cepillarlos al menos una vez cada dos días, para que no se le formen nudos en la melena, y bañarlo una vez al mes.
No te olvides de su ejercicio regular pues tienen mucha energía, desparasitaciones y realízales seguimiento de sus vacunas.
Se recomienda que el primer baño del cachorro sea a los tres meses de edad. En el caso de los perros de pelo largo, será suficiente un baño cada tres semanas o, como máximo, un mes. Para los perros de pelo medio, lo ideal es bañarlos cada mes o mes y medio. Si tenemos un perro de pelo corto, cada mes y medio o dos meses será suficiente.
Debes usar peine metálico y dividirlo por capas, nunca tirar de su pelo ni arañar su piel, solo cepilla a tu Yorkshire todos los días, cuidando de desenredar los nudos abriéndolos con los dedos hasta que pueda pasar el peine, hará más brillante y limpio su pelo.
El Yorkshire suele tener un estómago delicado, por lo que la dieta es esencial. Finalmente, la convivencia con esta raza es muy buena, por parte de personas y animales. Se lo puede tener junto a otros perros, gatos, niños o ancianos sin crear problemas.